De cuando lo conociste

 

Abel! dónde estás?… es tan tarde, las ventanas se golpean,
mi querido… dónde estás que no te toco? tengo frío,
me desperté llorando y te busqué a mi lado… (boba Rosita)
no, no te preocupés… andá, seguí jugando al mus con él…
estoy mezclada de risa y llanto, Abel,
tengo gorriones en los cables de la ruta a la chacra de Cipolletti,
porque los volví a ver, sí, Abel, a vos y a mi viejo,
ah, ese polaquito de ojos claros como cielo de octubre,
como sus ancestros tan lejanos,
tan pálidos como las cebollas que cultivaba.
Qué paciencia le tenías, el viejo te cantaba y lo peor…
te las quería enseñar… las canciones alpinas, como ésta…oís?
Yo cebaba matecitos ricos, como le gustaban a él
con cascarita de naranja, las de su cosecha…
y mi falda de muselina blanca era una bandera de paz entre los dos…
y él seguía canción tras canción,
con su acento que de italiano lo menos,
pero haciendo pizzas, con cebollas, por supuesto!
y vos le sonreías y tu cara se iluminaba sabiendo que yo era feliz.
Qué lindo eras Abel, de corazón digo…
además de tus ojitos de menta fresca.
Eran los tiempos de la chacra en Cipolletti,
tiempo de dos días de descanso en las batallas de los libros
y las reuniones de obreros y estudiantes,
días de amor a tiempo completo
en sábanas de bolsas de harina, bien lavadas en el río Neuquén
eran las ovejas y los canales de agua para regadío,
y mi viejo
y vos y yo, Abel… cantando…
y recitando poemas sencillos, para él…
que con cara de asombro te relojeaba para ver si era cierto…
y era el amor entero de este Sur pegado a la Cordillera,
ese Sur grande, amado como tus besos en los míos..
éste que Neruda nos regaló en la oda a la Cebolla,
y vos se la regalaste a don Moisés,
en aquella cocina de campo…

“Bajo la tierra
fue el milagro
y cuando apareció
tu torpe tallo verde,
y nacieron
tus hojas como espadas en el huerto,
la tierra acumuló su poderío
mostrando tu desnuda transparencia”

Me estoy durmiendo, Abel… (gracias mi almita… no lo olvidaré, nunca)
mañana te sigo, querés?… no, no me soltés la mano… te q u i e r o…

© 2008 Rosa Buk

La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com

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