El vértigo de las barajas

 

Vengan todos a la ronda de lagartos
y lagartijas, de diamantes negros
reinas sin alfombra
y corazones de papel, vengan,
que Alicia me pide concurso a la voz
de azar y roedores de brocato y terciopelo,
como las maletas en los planchones
dársenas moteadas de petróleo,
una tras otra, números, números
como las barajas,
como las olas casi inertes del gran océano
vengan todos a moverlas, sacudan las cajas
que el Señor del alto Sombrero
ha servido las tazas de té,
el samovar de bronce brilla…
está invitando a los abuelos,
ellos cruzaban los dedos por el puro póker
y las cuatro esencias lloverían de monedas,
de promesas en el nuevo mundo.
Vengan lagartos y lagartijas
escorpiones y almendras,
en barullos de vértigo
en pozos de azucenas
vengan, que mi niña no sabe
donde puede recostarse,
un pequeño edredón se descubre
y las plumas de la oca
esta vez, no son un juego.
Ay, que ella es mi yo
que rojas las mejillas
se apodera de un deseo
canten, cuchicheen roedores, vengan
que las sedas convertidas de sus pieles
son la magia de mis cuentos,
atravesamos con ellas
las muecas y las risas frescas
somos las niñas del mundo
de mi mundo en un lejano sitio
en las bodegas de dos barcos
y las aduanas muy selectas.
Alicia sabe que las fotos
son verdaderas,
los Fliter, los lazos de madre
llegaron antes que los Buk
eran maestros y carpinteros…
mas, todo fue lo mismo en esos puertos
de a tres los fogonazos de magnesio
de uno para tres eran los documentos.
Corre y salta Alicia mía
une las partes de las pipas
y las chimeneas, los túneles
y las historias de leyendas compartidas,
fueron ellos y tantos…
te quiero niña mía
me uno a ti en cada corte de baraja
en cada movimiento
en cada apuesta,
hacia la vida vamos
hacia atrás voy, no temas…
te llevo de la mano
y en mi cuenco corazón
para que nos crezcan
las habas trepadoras,
y el conejo habite por fin las jaulas
las de la princesa, dejándola
arpa suya su canto, liberación
déjate caer niña
déjate…
que este es el regreso del alma,
esta es la herencia.

© 2008 Rosa Buk 

La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com

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