La casa de pensión y Ferlinghetti

 

Era marzo, comenzaban los días fríos y vos leías Ferlinghetti,
soñabas un tiempo que fue, y otro de vos y yo que vendría…
tu amable cuello doblado sobre una bufanda rayada a tres colores,
decías que yo hacía milagros con las lanas y dos agujas…
y me querías más, Abel, cuando te recitaba de él este poema…

“A medida que envejezco
percibo que la vida
tiene la cola en la boca
y otros poetas y otros pintores
ya no encarnan para mí
ningún tipo de competencia”

mientras lavaba la vajilla, y no entendía por qué amaba esos versos.
Nosotros, Abel, mirábamos un mundo más ancho, más largo… qué se yo!
todo era en secreto para los vecinos, ah, nuestros vecinos de pensión…
éramos un sainete en aquella casa de quince habitaciones
un solo baño con calefón a alcohol, y un frío que hoy no soportaría,
Todos locos, che… la piba de enfrente laburaba en una fábrica
Y fritaba papas todo el día, sus ojos clavados en la novela de TV,
Ay, se escuchaban los besos actuados y sus suspiros
(mientras nosotros cosíamos letras y abrazos, sin ningún guión)
Doña Marta con sus plantas y los “no pateéis, pibe, no pateéis”
por la pelota de los muchachos de la 4, sí querido, la que daba al fondo…
tremendos grandotes que cantaban en inglés… a puro rock
y chacarera de tradición, así se pasaban las tardes…
Aquel lugar no conocía la palabra paz hasta entrada la noche,
y un poco más.
Y nosotros, Abel, que nos queríamos con la mesa de pino muy chica
(Quizás así estábamos más juntitos…)
El mantel a cuadros y un par de tazones comprados en el bus…
sí, en el famoso 132, existirá? no, querido, el colectivo ya sé que sí
digo, el que vendía esos cacharros de saldo…
con esa voz de vino y madrugada, de “lirismo urbano”,
si así le podíamos decir…
de hombre que soñaba en sus hijos, y una patria.
La pensión de Flores daba su cobijo rústico,
y nosotros y el vendedor ambulante y Ferlinghetti
éramos lo mismo.

© 2008 Rosa Buk

Música: fragmento de la versión de Néstor Garnica de “Malos Gobiernos” (Jacinto Piedra)

La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com

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