Para brindar con vos en los Valles Calchaquíes

 

Cafayate era un lugar para quedarse a vivir,
dijimos en aquel diciembre de hace tanto tiempo…
hoy miro y cuento las uvas en el plato sobre la vieja mesa
como si eso me diera un número armónico, te pienso…
ay, Abel de mi corazón… escuchá! sentí el viento…
recuerdo que nos seguían dos árboles como duendes
de flores rosadas frente a nuestros ojos ávidos de rutas
de poesía caminante en esos paisajes tan argentinos…
como dos candelas dice la canción…
como dos corazones que pájaros se internaron en un vuelo de libertad
en un mundo de orografías olvidadas
en ese día del fin del mundo acribillado, pero vos,
Abel de mi alma, me tomabas de los hombros,
me apretabas contra tu hermoso cuerpo
mientras seguías manejando ese auto destartalado
y me recitabas con tu boca perfecta estos versos de Pablo…

“El hombre
separa la luz de las tinieblas
y así
como venció su orgullo vano
e implantó su sistema
para que se elevara el edificio,
seguirá construyendo
la rosa colectiva,
reunirá en la tierra
el material huraño de la dicha
y con razón y acero irá creciendo
el edificio de todos los hombres.”

no, no habrá derrumbes en Jujuy, mi amor,
subiremos a lo más alto… lo más cerca del cielo,
allí todo será claro y luminoso, vas a ver…
será camino y color con tu voz…
los uniformados cerrarán sus cargamentos en el hosco tiempo…
todo será selvas, caudalosos ríos,
y sumaremos más deseo de ganarle a la vida más vida…
ay, mi Abel querido…
los riesgos que corrimos por unos días de país libre…
lo estudiado en aquellos libros no superaba a la realidad
pero, la naturaleza era un gigante de promesas,
nosotros llorábamos Abel, te acordás?
sin pudor… mirar ese paisaje nos dejaba llorar… era muy hermoso…
verdes espesos, amor en las vertientes, camuflados ellos…
nosotros con el amor a cuestas como alforjas de paz
la quebrada de Humahuaca nos saludaba multicolor
se derramaba de tormentas…
lluvias torrenciales, calor intenso
un tiempo de esperanza, vos y yo, Abel
con una noche de montañas, besándonos bajo las estrellas…
con una Puna de Atacama en las orillas del bolsillo
ya no era un mapa… era una certeza de tierra,
tierra nuestra y colorada…
íbamos con dos velas y un sólo corazón
con dos árboles de flores rosadas en los ojos.
Nunca olvidaremos los Valles de la Luna, esa Rioja
del Parque de Talampaya mezclando sus fósiles milenarios
entre sus tierras secas áridas
y sus perfumados polvos del precámbrico
fotografías de un tiempo de soñar, las carreteras empapadas,
lluvia de un cielo que anunciaba el renacimiento
un pesebre humano de nuestros pueblos con sus ritos
chayas y chayeras, cajas de tambor y una escalera al vino
el vino de uva chinche y vos, querido mío
que tomabas de a sorbos… dijiste, dulcemente
por vos, Rosita de mi alma
por vos que estás en todas, que te animás a sentir…
enseñame más, Rosita… no me sueltes en estas fechas
donde la soledad parece recorrerme sin apuro
viajemos, mi cielo, viajemos de alfareros, de tunas y de cardos
en azul la flama de las candelas como símbolo único
encendidas en el medio de la noche, las mesetas los picos de las selvas,
atravesemos este fin de año sin líneas de fronteras
todo nuestro el campo y las sierras, vamos a llegar…
te lo prometo mi amor… vos y yo, juntos…
todo nuestro y de todos para todos
celebremos Abel, te dije, palpitando oscuro y sin respuestas,
celebremos mi vida, tengo miedo…
otra vez, pero no quiero… hoy es nuestro…
que sean luces de luciérnagas en las copas de las manos
felices serán los nuevos días, me dijiste…
y yo te recité con mi alma asomada en la boca de besarte…

“amor mío, te espero,
te espero en el desierto más duro
y junto al limonero florecido:
en todas partes donde esté la vida,
donde la primavera está naciendo,
amor mío, te espero.”

sí, era Cafayate, caminito del Inca, nuestro lugar…
oh! Feliz 2008 mi amor, los tiempos han cambiado..pero no mi corazón
allí anidás por siempre, por la Patria… por los hijos que no tuvimos
feliz nuevo año mi cielito lindo, feliz año nuevo para vos, mi Abel
para todos los compañeros que aún veo… cada tanto…
y los que tenés vos allá, jugando al truco y alzando banderas
ay, cómo te quiero!
brindemos con alas como uvas frescas
como copas en las manos querido… brindemos!!!

© 2008 Rosa Buk

La imágen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com

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