Si todos los viajes fueran de flor

 

Dúo de amor que tres éramos
con Alicia abrazada a mi madre…
delgadas centellas sus alas,
la niña de mí se revela con diadema de perlas
mi madre la abraza y yo me abrazo a ellas,
duendes me llueven
amor gigante de besos floridos
deshacen mi visión lejana en una gota
y la barca amapola
es tan roja y tan tierna
ay! no las puedo oír y el espejo del lago
canta
y violín nos envuelve diapasón
en mosquitos de verano y libélulas…
naveguemos sin rumbo
dice Esther niña de Odesa
¿dónde madre la noche? ¿dónde madre la nieve?
desde tu Rusia nos hablas
de cuna albergue, maderas,
cuentos de pétalos siendo tres las pérdidas
de luz de linternas en el agua,
madre que yo soy tu niña,
traes el pez que salta
y mueve sus branquias
y nos mira, ese pez
nos mira y no nos deja…tengo miedo…
cuco de mis dedos al sumar los números de mis años
me pide recuerde yo niña de azúcar
en sus latidos primeros, dos tres cuatrocientos…
y sin dolor cae la clepsidra,
horas de ilusión sin príncipe,
madre, aquí estoy, Alicia
me come las ropas grises,
la quiero,
polillas a montones se abren en el aire,
me muero,
con fantasmas de ella a mis ojos
por favor…
no la abraces sin mí,
oh, madre me mima y me canta de cuna,
ahora lo recuerdo bien
así fuimos, y somos
dúo de tres de viaje de vuelta.

© 2008 Rosa Buk 

La imagen y la música en cada poema fueron elegidas por Rosa Buk, cuando los publicó por primera vez en poesiapura.com

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